Proyecto arrocero de la Prefectura Ciudadana del Guayas es finalista de la séptima edición del Premio Verde del BDE
La premiación será el 6 de agosto, en Quito. Se reconoce el trabajo de buenas prácticas agrícolas, de género y las acciones climáticas.
Grandes noticias para la provincia. La Prefectura Ciudadana del Guayas ha sido reconocida por sus buenas prácticas agrícolas y entró como finalista en la séptima edición del Premio Verde del Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE), del año 2024.
El concurso distingue iniciativas y proyectos que contribuyen al desarrollo sostenible y la protección del ambiente en el país. En un documento enviado el pasado 31 de julio a la prefecta Marcela Aguiñaga, se ratifica que la institución ha sido seleccionada como finalista. Esto constituye un logro y un hito de su gestión, que apuesta por generar un cambio en la provincia desde todos los ámbitos, desarrollando una sinergia de trabajo entre varias direcciones: Desarrollo Productivo, Riego y Drenaje, Gestión Ambiental, Cooperación Internacional y otras.
En esta séptima edición, la Prefectura del Guayas participó con el proyecto Buenas prácticas agrícolas, género y acciones climáticas positivas para la producción y productividad de arroz (oryza sativa), en la provincia del Guayas, que es trabajado desde hace más de un año para alcanzar una agricultura sostenible, que mitigue los efectos del cambio climático, visibilizando a la mujer rural, y potenciando la producción y productividad arrocera de la provincia.
La Prefectura Ciudadana del Guayas participa en el grupo 1 junto a otros GAD provinciales y municipales, mancomunidades y consorcios, para alcanzar el primer lugar, que otorga 325.000 dólares. El premio servirá para replicar la iniciativa en otras parcelas de diversas juntas de riego, donde se involucre a la mujer rural en situación de vulnerabilidad, creando condiciones más favorables para la siembra y cosecha de arroz, de manera sostenible y amigable con el ambiente.
Con este proyecto, se demuestra que es posible cultivar arroz, disminuyendo el uso de agroquímicos y la huella hídrica, aumentando la productividad y reduciendo los costos para que los agricultores alcancen una mejor rentabilidad.
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