Utiliza la psicología del color para potenciar tu imagen personal
En un mundo donde la imagen personal juega un papel fundamental, el lenguaje de los colores es un factor clave que mejor se asimila en la comunicación y proyección de nuestra presentación, probablemente porque es el que mejor capta el público. Es aquí donde radica el impacto relevante que tiene cada color a la hora de vestirse para transmitir valores reales, debido a que poseen un significado implícito, por lo tanto, su elección no puede ser aleatoria.
El círculo cromático es una herramienta fundamental en la colorimetría. Divide los colores en 12 segmentos, permitiéndonos comprender mejor las relaciones entre ellos y cómo pueden combinarse armoniosamente. Adicionalmente, la temperatura del color también juega un papel crucial al clasificarlos en cálidos y fríos.
Los colores cálidos, como el rojo, el naranja y el amarillo, transmiten energía y optimismo. Los fríos, como el azul, el verde y el violeta, evocan calma y serenidad. Al comprender las diferencias entre ellos, podemos seleccionar los que se adapten mejor a la ocasión y nos hagan sentir más cómodos y seguros.
Por su parte, la española Andrea Valladares, CEO de Spondyluss – agencia de asesoría en imagen y marca personal, recalca la importancia de las diferentes armonías de colores que pueden aplicarse al vestuario para lograr un aspecto equilibrado y atractivo. Por ejemplo:
Monocromática: Esta opción es elegante y sofisticada, ya que crea un aspecto armonioso y sutil por la combinación de tonos de un solo color.
Complementaria: mezcla de colores opuestos como el azul y el naranja o el verde y el rojo. Esta combinación te hará ver como una personal arriesgada, extrovertida y creativa.
Análoga: selección de tonos contiguos como el verde y el azul o el rojo y el naranja. Esta armonía es agradable a la vista y crea un efecto suave, seguro y confiable.
Armonía Triádica: combinación de tres colores paralelos como el rojo, el azul y el amarillo. Esta combinación aporta un aspecto vibrante y audaz.
La experta española con una amplia trayectoria asesorando corporativamente, recomienda que “Para una negociación, una cita de trabajo o una exposición laboral, es recomendable optar por los colores que transmitan profesionalismo, confianza y seriedad; los más adecuados son azul marino, gris, violeta y blanco. Los tonos como el beige, el crema o pasteles suaves como el rosa pálido o el azul claro también son apropiados para situaciones de negocios cuando queremos proyectar amabilidad y empatía con nuestro interlocutor, sin ser demasiado llamativos”
En cuanto a los colores que no son recomendables, es importante evitar tonos demasiado brillantes o estridentes, ya que pueden distraer a los interlocutores y no transmitir la imagen deseada de profesionalismo y seriedad. También se debe tener cuidado con los estampados excesivamente llamativos o extravagantes, ya que pueden restarle seriedad al conjunto.
Recuerda que la elección del color debe considerarse en conjunto con el tipo de evento, el entorno, la cultura empresarial y el objetivo que perseguimos personal y profesionalmente. Es importante adaptar los colores a cada situación específica, pero siempre buscando proyectar una imagen profesional, segura y confiable.
Comentarios
Publicar un comentario