MENOS DEL 40% DE LAS MUJERES QUE SUFREN VIOLENCIA DENUNCIAN POR DESCONFIANZA DEL SISTEMA JUDICIAL.
Enero, 2021.- Debido al aumento en la incidencia de violencia de género causada por la pandemia de COVID-19, la cantidad de llamadas a líneas de ayuda en algunos países ha aumentado. Las restricciones de movimiento, el aislamiento social y la inseguridad económica han elevado la vulnerabilidad de las mujeres a la violencia en todo el mundo. Según datos de ONU Mujeres, menos del 40% de las mujeres que han sufrido violencia buscan algún tipo de ayuda. Esto puede deberse a que el sistema judicial presta poca atención a estos casos. Solo en Ecuador, seis de cada diez mujeres sufren algún tipo de violencia de género y una cuarta parte ha sufrido violencia sexual, pero la violencia psicológica es la forma más común de violencia de género, representando el 53,9%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Cuando las mujeres victimizadas deciden denunciar, corren el riesgo de ser ignoradas como falso testimonio y por credibilidad a las palabras del victimario. En este tipo de delitos, la presencia de psicólogos forenses es fundamental para resolver problemas con un impacto emocional y social significativo, incluyendo abuso y agresión sexual, violencia contra mujeres y niños, delincuencia juvenil y tutela, caso donde el denominador común es la violencia. La violencia contra los niños, niñas y adolescentes también es un fenómeno muy común de importancia pública. Además, el abuso sexual y el abuso infantil son incidentes privados y, por lo general, nadie puede probar lo que sucedió.
Rocío Játiva, Coordinadora de la Maestría en Psicología de la UISEK señala que estos hechos y las características de los procedimientos de investigación judicial plantean un desafío al trabajo de los psicólogos en el contexto del delito, por lo que se requieren actualizaciones estrictas, que no deben desconocer la ética de la práctica clínica. En Ecuador se han evidenciado hechos de corrupción, donde el psicólogo realiza un peritaje a favor de la parte que le interesa. En este caso, siempre que el Poder Judicial dé una razón válida al psicólogo, la psicología forense puede incitar intereses públicos y privados, no solo de carácter violento, sino también de cualquier forma de denuncia.
En este contexto, la Universidad Internacional SEK (UISEK) pondrá en marcha por tercera ocasión el evento gratuito online denominado “Jornadas Internacionales de Psicoterapia y Psicología Forense” del 15 al 17 de enero, el cual contará con las participación de expertos nacionales e internacionales y se centrará en la supervisión de la práctica clínica como un compromiso ético orientado a incrementar su importancia, discutiendo los aspectos morales que aparecen en la psicoterapia y la psicología forense; además de reflexionar sobre investigaciones de violencia de género y llegar a acuerdos con las instituciones públicas del Ecuador para visibilizar los resultados de las investigaciones.
Játiva concluye que, la experiencia psicológica debe ser primero el objetivo para el psicólogo forense en un caso judicial, y no aceptar o apoyar consciente y voluntariamente a ninguna de las partes en ninguna circunstancia. Los psicólogos son un medio de prueba en los procedimientos judiciales, es por esto que debe actuar de acuerdo con los requisitos éticos y profesionales, porque su comportamiento puede tener un cierto impacto en el caso.
En sus Maestrías en Psicología Mención Psicología Forense; y en Psicoterapia, la UISEK, además de trabajar arduamente para capacitar a los profesionales de la psicología forense con base en la ética profesional internacional aplicable en el Ecuador y fomentar la práctica de la psicoterapia basada en los Códigos de ética y la Supervisión Clínica, también genera este tipo de conferencias virtuales para brindar un espacio de reflexión a los profesionales y la comunidad.
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